26 de marzo de 2009

¿Qué son los sentidos?

Bienvenidos al blog "los cinco sentidos". Un espacio donde encontrarás información de gran interés: fotografías, videos, actividades, cuentos... que te ayudarán a entender como funcionan nuestros sentidos. No dudes en visitarlo, será toda una experiencia.


¿Sabes dónde está el ordenador más rápido y potente del mundo? Dentro de tu cabeza.
El cerebro humano es una calculadora increíblemente compleja que recibe, procesa y envía millones de mensajes por minuto para que puedas sentir cosas, tomar decisiones y controlar tu cuerpo. Los sentidos se encargan de recoger la información exterior y de enviarla al cerebro para que éste sepa qué ocurre en su entorno.
Imagina como sería el mundo si no pudieses ver ni oír hablar a tus amigos, ni oler o probar los alimentos. No pensamos en nuestros sentidos, pero ellos nos dicen qué sucede a nuestro alrededor. Tenemos cinco sentidos principales: la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto.

Presentación

El despertar de los sentidos

¿Tienes un minuto? Entonces no dudes en apretar el play para disfrutar del power point. Conocerás algunos datos interesantes sobre tus sentidos.
¡Pon atención!

24 de marzo de 2009

Un cuento de olores

Cuentan que hace mucho, mucho tiempo, en un país lejano había una bruja a la que le molestaban enormemente los olores, por lo que, un día barrió con su escoba los olores del mundo ¿y sabéis lo que pasó? Las flores no olían, ni los árboles, ni las frutas, ni el mar... nada tenía olor y tanto los hombres como los animales estaban muy tristes. ¿Por qué?
Porque resulta que los hombres cuando comían no sabían lo que comían, tanto las naranjas como las mandarinas o las peras habían perdido su sabor, todo sabía igual, es decir a nada... Y muchos animalitos que se guiaban por su olfato para comer, pasaban hambre por que no sabían encontrar su comida.
Un día de verano, un pequeño topo salió a la superficie desde su madriguera llorando desconsolado. Era un precioso topo, de cuerpo rechoncho, cola cortita y ojos diminutos, con un pelo negro, tupido y suave. En los subterráneos donde vivía y se guiaba por su finísimo olfato, no encontraba lombrices e insectos con los que alimentarse.
Los topos están acostumbrados a vivir en la oscuridad, viven debajo de la tierra y hacen unas largas galerías. De vez en cuando salen fuera para tirar la tierra que excavan. Como no tienen oído, su olfato que por cierto es muy fino, es para ellos muy importante.
Mientras lloraba y secaba sus lágrimas, con sus manos anchas y fuertes, pasó "el hada del bosque". Al verle le preguntó:
-¿Por qué lloras pequeño topo? Y le acarició la cabeza, mientras que el topo entre hipos le contaba.
- La bruja pasó con su escoba y dejo el mundo sin olores y mi olfato no me sirve para buscar comida. Mi mamá y mi papá están muy tristes y no saben qué hacer para que no pasemos hambre porque tengo muchos hermanitos pequeños.
El hada del bosque se quedó pensando. Ella conocía bien a la bruja, de vez en hacía alguna trastada, pero con ésta se había pasado. Decidió ir a hablar con ella para ver cómo podrían arreglar el problema.
-No llores más y no te preocupes, pequeño topo; hablaré con la señora bruja y veremos si se puede arreglar.
Desapareció la bella hada, que tenía unos pelos rubios muy largos, y llevaba un vestido azul, con estrellas de plata, y fue a buscar a la bruja, que vivía en una pequeña casa en un rincón del bosque. Llamó a la puerta: ¡toc, toc, toc!
-¡Entra¡ - Dijo una voz acatarrada y muy ronca.- La puerta está abierta.
-Soy el hada del bosque -dijo entrando en la habitación, donde al lado de chimenea estaba sentada la bruja que era muy viejecita, tenía la cara arrugada, la nariz larga y el pelo muy blanco.
-¿Qué quieres? -le preguntó.
-He venido a hablar contigo -le dijo el hada- encontré en el bosque a un pequeño topo llorando y me ha contado que pasaste con tu escoba dejando el mundo sin olores. No puedes imaginarte el problema que es para ellos, porque no pueden encontrar su comida y están pasando hambre. Dime ¿cómo podemos llegar a un acuerdo para arreglar este problema?
-¡Ay, hija¡ no lo sé, porque cogí una alergia y todos los olores me hacían estornudar, me pasaba el día haciendo ¡atchiis¡ ¡atchiis¡ y no podía vivir, así que decidí quitar todos los olores, lo siento mucho, pero no pienso volver a ponerlos porque que a mí me ponen muy enferma.
Pero el hada, que conocía a un viejo médico que era muy sabio, cogió de la mano a la bruja y le dijo:
-¡Ven conmigo¡ verás como tu problema tiene arreglo. -Y sin dejarla rechistar, la llevó hasta el hospital.
Allí, el médico que era muy amigo del hada del bosque, curó a la vieja bruja de su alergia.
Cuando la pobre bruja vio que estaba curada, se puso muy contenta y devolvió los olores al mundo. Aquél fue un día de mucha alegría y se hizo una gran fiesta. Los habitantes del país hicieron exposiciones de olores y desde entonces se dieron cuenta de lo importantes que son, aunque no se vean ni se toquen.




21 de marzo de 2009

La sinestesia

A continuación podemos ver un interesante video sobre un fenómeno poco frecuente entre las personas.

La sinestesia es la mezcla de impresiones de sentidos diferentes. Un sinestésico puede, oír colores, ver sonidos, y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto con una textura determinada.

Unas imágenes interesantes que no dejan indiferente.


Juega y aprende realizando actividades para activar tus cinco sentidos


Ilusión óptica


Actividad para niños a partir de 4 años.

Material: Papel, lápiz o pluma de color y una regla.

¿Qué línea es más larga? En la visión intervienen tanto tu cerebro como tus ojos. A veces tu cerebro puede confundirse viendo lo que no existe.

1 Paso: Dibuja con tu regla una línea de 9 cm a lo largo. A unos 5 cm de distancia, dibuja otra línea igual.


2 Paso: Dibuja en la primera línea unas flechas que apunten hacia a fuera. En la segunda, unas flechas apuntando hacía a dentro.


3 Paso: Observa las líneas. ¿Se ve una más larga que la otra? La dirección de las flechas confunde a tu cerebro, que piensa que una línea es más larga que la otra.


Un hoyo en la mano


Actividad para niños a partir de 4 años.

Material: Un tubo de cartón.

Tu cerebro puede confundirse si ves con tus ojos dos imágenes diferentes. El cerebro reúne las imágenes en una sola, lo que puede dar lugar a la ilusión de que tienes un agujero en la mano.

1 Paso: Sostén un tubo de cartón frente a tu ojo derecho. Luego coloca tu mano izquierda junto al tubo, con la palma mirando hacia ti.

2 Paso: Mira de frente a lo lejos. Tu ojo derecho verá a través del tubo y con el izquierdo verás tu mano. ¿Ves un agujero en tu mano? Tus ojos le gastan divertidas bromas a tu cerebro. ¡Compruébalo!



Espectáculo de luz y color

Actividad para niños a partir de 3 años de edad.

Material: Una linterna y papel de celofán.

¡La gran cantidad de juegos que podemos hacer con una simple linterna!

1 Paso: Damos una linterna a un niño para que la apague y la encienda.

2 Paso: Luego puede empezar a explorar con ese objeto: enfoca los objetos y materiales que conoce, la cara de sus compañeros, mueve la luz muy deprisa, el círculo de luz se agranda o empequeñece, descubrir su sombra…etc.



Juega a escuchar

Actividad a partir de 4 años.

Material: Un cuaderno, un lápiz.

¿Qué puedes oír? En un lugar silencioso juega a escuchar. Te asombrarán cuántos sonidos puedes oír.

Puedes sentarte con tu lápiz y tu cuaderno. Escucha lo que oyes: un camión ruidoso, pájaros que cantan o el ladrido de un perro. Escribe o dibuja lo que oyes.




Audiciones

Actividad a partir de 2 años.

Material: Audiciones cortas, discos compactos, muñecos u otros objetos.

En la clase haremos pequeñas audiciones acompañadas de soportes visuales que le haga más placentero el ejercicio. Con la audición que hayamos elegido nos servirá para dar a conocer a su compositor y los instrumentos que utilizan los intérpretes.


Haz un tímpano

Actividad para niños de 5 años.

Material: Un globo, tijeras, granos de arroz, una goma y un vaso.

¿Cómo funciona el oído? Haz un ruido fuerte y mira cómo el globo estirado del tímpano
vibra igual que el de tu oído.

1 Paso: Con las tijeras corta el extremo del globo. Luego córtalo por un lado para que lo puedas abrir en dos.





2 Paso: Corta el globo a la mitad, para obtener un pedazo con el que puedas cubrir la boca del vaso de plástico. Éste será tu tímpano.



3 Paso: Estira el globo sobre la boca del vaso. Sujétalo con la goma, procurando que el globo quede lo más restirado posible.



4 Paso: Coloca sobre el globo unos granos de arroz. Aplaude o grita. Mira como brincan los granos de arroz cuando vibra el globo estirado.



Prueba y huele


Actividad a partir de los 3 años.

Material: Pañuelo, cinco vasos y cinco cosas olorosas; vinagre, un bollo, chocolate, plátano y pasta de dientes.

1 Paso: Pídele a un amigo que se siente y véndale los ojos con el pañuelo. Asegúrate de que no vea, pero no aprietes mucho el pañuelo.

2 Paso: En cada vaso de plástico coloca una cosa olorosa. Dale a oler el primer vaso a tu amigo y pídele que lo olfatee bien.

3 Paso: Preguntare que hay en el vaso.

4 Paso: Dale a oler vasos a uno por uno. ¿En cuántos acertó? Algunos olores se perciben con facilidad, otros no tanto.



Adivina el sabor

Actividad a partir de los 3 años.

Material: Pañuelo, cinco vasos de plástico, cinco bebidas; leche, chocolate, zumo de naranja, de manzana y agua.

Adivina de qué bebida se trata usando sólo el gusto. No es fácil sin verla, sobre todo si se parece a otra.

1 Paso: Pídele a un amigo que se siente y venda sus ojos con el pañuelo. Sin apretarlo demasiado, asegúrate de que no ve.

2 Paso: Coloca en los vasos de las bebidas. Que un adulto te diga cuáles puedes usar.

3 Paso: Pídele a tu amigo que pruebe la primera bebida y adivine qué es. Haz lo mismo con las demás bebidas.



Prueba tu tacto

Actividad a partir de los 4 años.

Material: Cartón, lápiz, tijeras, cuadro de cartón, regla, pegamento y seis objetos con texturas diferentes; Terciopelo, cartón corrugado, almohadilla de algodón, papel de aluminio, papel lija y cereal de figuritas.


Puedes divertirte probando tu tacto. Una vez que hayas hecho el cubo puedes jugar con él a las adivinanzas.

1 Paso: Coloca el cuadro de cartón sobre la cartulina y dibújalo seis veces siguiendo el patrón.

2 Paso: Recorta con cuidado el patrón sin desviarte de las líneas. Luego haz un doblez a lo largo de estas.

3 Paso: Dobla las caras y las cejas del patrón para darle la forma de un cubo. Engoma las cejas y pégalas para formar el cubo.

4 Paso: Pega el cereal de figuritas en una de las caras para obtener una textura áspera. Usa el cereal que desees.

5 Paso: En cada una de las caras pega las demás materiales con textura. Pídele a un amigo que adivine de qué material se trata con sólo tocarlos.





12 de marzo de 2009

Curiosidades

En nuestro entorno natural existen sorprendentes curiosidades a cerca de los sentidos.
¡Veamos algunas!

Ojos diferentes:
-Las aves de presa, como este halcón peregrino, pueden ver a largas distancias. Sus ojos son capaces de ver un ratoncito desde una gran altura.

-Muchas arañas tiene ocho ojos, pero para ver usan dos grandes que tienen al frente. Los ojos pequeños detectan cualquier movimiento.

-El camaleón permanece inmóvil mientras acecha a los insectos. Sus grandes ojos saltones pueden girar y hasta ver en dos direcciones a la vez.



-El ojo de la libélula tiene 30.000partes. Cada una es como un ojo diminuto, que le permite ver varias imágenes a alta velocidad para detectar presas rápidas.



El oído y el equilibrio:

-Puedes marearte al viajar en barco. Tus oídos le dicen al cerebro que te estás moviendo, pero tus ojos indican lo contario.

-Si das vueltas y te detienes de pronto, tus oídos no alcanzan a enviar al mensaje al cerebro. Es lo que sientes cuando te mareas.

-Los gimnastas no se marean porque repiten sus movimientos una y otra vez, acostumbrado al cerebro a esas señales.



El oído animal:
-Hay orejas de todos los tamaños. Las del elefante africano son las más grandes: miden hasta dos metros de largo.

-Las largas orejas del conejo le permiten oír el más ligero sonido que signifique peligro. Puede girarlas para detectar sonidos de varias direcciones.

-Los elefantes oyen sonidos lejanos que a nosotros se nos escapan. Pueden oír la profunda llamada de otro elefante a kilómetros de distancia.


-Ciertos insectos tienen oídos en lugares insólitos. Los grillos los tienen en las patas delanteras. El saltamontes los tiene a los lados del cuerpo.


Oír bajo el agua:

-El océano parece un mundo silencioso, pero no lo es. Por el agua viajan más sonidos que por el aire, y los peces, las ballenas y otras criaturas los escuchan.

-La nutria no usa los oídos bajo el agua. Cuando bucea, los cierra para que no les entre agua.

-Los oídos de las ballenas son solo un hoyuelo a cada lado de su cabeza. Por eso no les impide oír muy bien: una ballena jorobada puede oír la llamada de otra a kilómetros de distancia.


- Los peces tiene dentro de su cuerpo oídos que les permiten oír lo que sucede a su alrededor. Pueden hacer ruidos para comunicarse, y también escuchar enemigos y a sus presas.

El mundo de los olores:

-Los osos tienen un olfato muy fino para hallar la comida. Un oso polar huele a su presa a 20 Km de distancia.


-Los topos viven bajo tierra, donde está tan oscuro que los ojos no les sirven de mucho. El topo se orienta mediante el olfato y el tacto.


-El ciervo deja de comer pasto de vez en cuando para levantar la cabeza y olfatear un posible peligro.

-El zorro usa el olor para protegerse. Si un enemigo se acerca, le lanza un chorro muy oloroso desde un aparte cercana a su cola, como advertencia.

-Cuando un gato restriega sus mejillas contra algo está dejando un mensaje aromático: “Aquí estuve yo. Este es mi lugar”.

El gusto animal:

-Los animales también tienen papilas gustativas, pero ignoramos cómo les sabe la comida. Es probable que usen el olfato y el gusto para saber que conviene comer.

-Tigres y gatos domésticos tienen lenguas sensibles. Reconocen diferentes sabores en el agua que beben.


-El pez gato es como una lengua nadadora: En su cuerpo hay papilas que le ayudan a encontrar su alimento. También con sus bigotes, llamadas barbas, prueba la comida.

-Las mariposas prueban la comida con las patas y con la boca. Así saben dónde se han detenido antes de desenrollar su lengua para comer.


Tacto animal:

-Los animales también sienten con la piel, pero algunos sienten de otra manera. Menos tienen bigotes muy sensibles que les ayudan a reconocer su entorno.

-La punta de la trompa del elefante es la parte más sensible de su cuerpo. Con ella hace muchas cosas: Desde golpear a sus crías hasta levantar una hoja.

-La araña aguarda en su tela a su presa. Los pelos que tiene en las patas sienten el más leve movimiento.

-El mapache tiene patas y bigotes muy sensibles. La sensibilidad aumenta con la humedad, y quizá por eso el mapache se humedece las manos antes de comer.

8 de marzo de 2009

El Gusto

La lengua es el órgano del gusto. Su superficie cuenta con las papilas gustativas, unos bultitos que podemos ver a simple vista. Cada una de estas papilas contiene terminaciones nerviosas que detectan sabores diferentes. Cuando comemos, los alimentos activan las papilas gustativas y las terminaciones nerviosas. En cuanto éstas detectan un sabor, envían una señal al cerebro.
La lengua reconoce cuatro sabores básicos (dulce, salado, ácido y amargo), aunque hay quien afirma que hay un quinto sabor llamado "umami". En realidad, distinguimos muchísimos sabores diferentes, porque la nariz y la lengua trabajan en equipo. Al masticar, las moléculas de comida llegan hasta la nariz y ayudan a saber qué estamos comiendo.
Somos capaces de detectar miles de sabores y sabores diferentes pero, ¿cómo sabemos cuál es cuál? Gracias al cerebro,que posee un "almacén" enorme con todas las sensaciones de ese tipo que conoce. Cuando recibe un sabor o un olor, lo compara con los que tiene en la memoria para saber si es una naranja, pescado o una planta.

El Olfato

Tu sentido del olfato está dentro de tu nariz. La mayor parte de su exterior es para calentar y limpiar el aire que respiras antes de que llegue a tus pulmones.
Estamos constantemente rodeados de olores. Nuestro ambiente, los objetos, los animales y las personas son una fuente inagotable de buenos y malos aromas.
A pesar de que muchos subestiman al olfato, ya que no es un mecanismo de supervivencia determinante, éste destaca por poseer una enorme capacidad sensitiva. Una de las principales características del sentido del olfato es que actúa ante pequeños estímulos.
Si bien no poseemos la sensibilidad olfativa de animales como los perros, nuestro olfato contribuye a la estimulación del apetito y las secreciones digestivas, además de prevenirnos ante la presencia de gases dañinos para nuestra salud.
Para percibir los olores, nuestro organismo también desarrolla desde la etapa embrionaria una serie de estructuras que facilitan el olfato. Si bien algunas de estas también realizan importantes tareas relacionadas con la respiración, en su conjunto activan la respuesta cerebral que permitirá que captemos los diferentes olores.
El órgano que captura, en un comienzo, las diminutas moléculas de olor es la nariz. A simple vista, la nariz es una estructura que sobresale del rostro y que nos otorga una determinada apariencia estética. Pero va más allá de un accesorio, ya que alberga importantes y especializados órganos.
En la nariz tenemos dos cavidades llamadas fosas nasales. En su parte superior hay unas células nerviosas sensibles a los olores. Pese a ocupar una superficie equivalente a la de un sello de correos, estas células poseen más de doscientos millones de filamentos llamados cilios.
Existen veinte tipos de cilios y cada uno de ellos detecta un olor diferente. Cuando olemos algo, se estimula una combinación determinada de cilios que, por medio de las neuronas envían señales al cerebro. Éste entonces la analiza para determinar de que olor se trata.
Nuestro entorno nos ofrece una inimaginable cantidad de olores para percibir. El agradable olor de un perfume, el nauseabundo aroma de la basura descompuesta, gases tóxicos provenientes de chimeneas industriales, incluso, el olor de nuestro propio cuerpo, hacen que nuestro sentido del olfato genere respuestas a diario.

El Oído


El oído es un órgano que permite percibir los sonidos y que regula también el equilibrio corporal. Es una habilidad más que tiene el cuerpo humano, reconoce estímulos auditivos aislados en el ambiente.
Los oídos te permiten oír desde un suave murmullo hasta la más ruidosa música. Las partes externas de tu oído recogen los sonidos y los conducen a tu oído interno.
El oído es un sistema mucho más complejo de lo que parece a simple vista y se encarga de transformar el sonido en señales que el celebro pueda interpretar. E pabellón auditivo, es decir solo la oreja, es solo la entrada.

Esto es lo que ocurre cuando oímos algo:
1-Las ondas sonoras entran y se desplazan por el conducto auditivo, llegan al tímpano y lo hacen vibrar.
2-Las vibraciones pasan del tímpano al martillo, el yunque y el estribo, atraviesan la ventana oval y llegan hasta el caracol.
3-Los pelillos del caracol (los cilios) detectan las vibraciones, las convierten en señales eléctricas y las envían al cerebro.

Muchos sonidos son agradables, pero otros pueden hacer daño. No todo el mundo disfruta escuchando los mismos sonidos. ¡La música favorita de tu amigo puede parecerte terrible!
Cuando más fuerte es un sonido, más fuerte son las vibraciones. De hecho, el oído reconoce el volumen de un sonido por la intensidad de una vibración. Por otra parte, los sonidos agudos producen vibraciones rápidas, mientras que los graves producen vibraciones lentas. En el caracol hay distintos tipos de cilios sensibles a las diferentes velocidades de vibración; según que cilios se han estimulado el cerebro sabe si el tono de un sonido es agudo o grave.
Algunos sonidos son demasiado altos, como los emitidos por algunos pájaros, insectos o murciélagos. En lugar de oír los sonidos muy bajos, los sentimos como vibraciones sordas.

Los oídos también sirven para mantener el equilibrio gracias a una serie de conductos llamados canales semicirculares. Cuando te mueves o inclinas el cuerpo, el líquido que contienen estos conductos se mueve y hace que se inclinen unos pelillos minúsculos.

¿Qué oyen los bebes?
Los bebés pueden oír desde varios meses antes de nacer. No solo eso, sino que ya son capaces de diferenciar tipos de sonidos, tonos agudos o graves, distintas voces, sonidos familiares o extraños e incluso distinguen la dirección de donde parte el sonido.
Por ellos no nos lo saben decir y han tenido que desarrollarse mecanismos muy sofisticados para comprobarlo.
Los bebés recién nacidos tienen preferencia por los sonidos agudos. Por eso las madres y los padres suelen hablarle a su bebé en tono agudo.
Los bebés responden también a otros sonidos distintos de la voz humana y giran la cabeza hacia el lugar de donde proceden. Esta conexión de los nervios entre la visión y la audición está ya desarrollada en el neonato y le sirve para obtener mejor percepción.
Cuando se habla al bebé, se puede observar que primero gira los ojos en la dirección de la voz y lego también girará el cuello. Y lo hará con los ojos muy abiertos. (Es el doble de interesante ver y oír a la vez). Algunas veces el bebé intenta imitar gestos como sacar la lengua o abrir la boca.
Los bebés prefieren la voz de la madre a la de otras mujeres ya desde el periodo neonatal. En realidad ya la conocen. Tardaran algo más en reconocer la voz de su padre.
También es normal que los bebés se sobresalten con un ruido intenso. A veces solo se estremecen (si están dormidos en fase de sueño tranquilo) y otras se despiertan y rompen a llorar.

Gracias a los oídos, captas todos los sonidos que te rodean: la voz de tus padres, el ruido de los pasos, la música y también el ruido de los coches que se acercan velozmente cuando aguardas para cruzar la calle. El oído humano solo está capacitado para oír un rango de ondas sonoras, ya que no percibe las vibraciones menores a 20 veces por segundo ni mayores de 20.000 veces por segundo.

La Vista

Gracias a los ojos puedes ver todo lo que te rodea, desde objetos pequeños a objetos grandes, quietos o en movimiento, planos, con relieve, lisos o coloridos.
Tus ojos, como una cámara, toman fotografías del mundo exterior La vista es uno de los sentidos más importantes para los humanos y para muchos animales. Los ojos captan señales luminosas, envían mensajes al cerebro y este los interpreta, pero a veces el cerebro se equivoca e incluso “ve” cosas que no existen.
El sentido de la vista es el que permite al hombre conocer el medio que lo rodea, relacionarse con sus semejantes, y el hombre debe contar con los elementos adecuados para captar e interpretar señales provenientes de aquellos. Las imágenes visuales le proporcionan a través del ojo información sobre el color la forma, la distancia, posición y movimiento de los objetos.
El ojo está compuesto por: la retina, el globo ocular, el cristalino, el iris, la pupila y la córnea.
En la retina hay distintos tipos de conos que sirven para detectar los colores básico. La mayoría de la gente es capaz de ver una amplia gama de colores. Los daltónicos, por el contrario, poseen menor cantidad de conos y por eso apenas aprecian la diferencia entre el rojo y el verde, sobre todo si cuentan con poca luz.

El Tacto


El tacto es el sentido del que menos hablamos, aunque seguramente sea el más importante. Se puede vivir siendo ciego o sordo y a veces, cuando nos resfriamos, perdemos el olfato y el gusto. Sin embargo, la vida sería muy complicada si no pudiésemos sentir presión ni dolor.
En la piel hay distintos tipos de receptores o sensores que sirven para captar sensaciones como el frío, el calor, la presión y el dolor.
Hay partes del cuerpo más sensibles al tacto que otras.
¿Para qué sirve el dolor? ¿No sería mejor si nunca nos doliese nada?. No nos equivoquemos. El dolor es muy útil, porque es la manera que tiene el cuerpo de decirte que le ocurre algo malo. Sin embargo, hay gente capaz de controlar el dolor con la mente y hacer cosas increíbles. Nadie sabe como lo consiguen, pero demuestran que el dolor se siente en el cerebro y no en el cuerpo.
De los cinco sentidos tradicionales, el tacto es en realidad el único sin el cual no podríamos vivir.
Todos tenemos la prueba de que el tacto se utiliza como medio para obtener información ya desde muy temprana edad, si recordamos que los niños muy pequeños suelen "explorar" los objetos llevándoselos a la boca. Después de la punta de la lengua, la zona de mayor sensibilidad es la punta de los dedos, y esta sensibilidad es el mayor tesoro de que dispone una persona que es a la vez sorda y ciega.
La mano humana es un maravilloso instrumento, del que se ha calculado que es capaz de realizar unos 300 millones de posiciones potencialmente útiles con solamente sus cinco dedos.
A traves de la mano no sólo es posible la comunicación sino que es un excelente medio de obtener información. Quizás podamos tomar conciencia de ello, si nos paramos a pensar en la incontable cantidad de cosas que tocamos a lo largo de un día. Con toda seguridad, pocos de nosotros recordaremos haber tenido contacto con un objeto determinado, pero la persona sordo-ciega va desarrollando el tacto como centro de información. En este proceso intervienen elementos tan importantes, como son la mente y la memoria.
Un sordo ciego nunca deja de descubrir nuevas maneras de utilizar sus manos, ya a través de la práctica perfecciona la concentración y la interpretación mental, a la par que desarrolla nuevos hábitos musculares, nerviosos y cerebrales, que facilitarán su capacidad para la comunicación con los demás y hará que pueda desenvolverse con habilidad su entorno.